Caricaturistas

''Los toros, pretexto para jugar con técnica y forma'', expresa el caricaturista. MONICA MATEOS-VEGA. Cuando se aleja por unos momentos de la inmediatez del periodismo, el lápiz del caricaturista Gonzalo Rocha (DF, 1964) explora los placeres de los claroscuros y el volumen. Inspirado en los ''corpulentos y viriles" toros de Picasso, así como en la obra de Goya, el monero se ha dejado seducir también por el pincel, el óleo y el grabado. La obra que ha surgido de su paciente andar por estos caminos se presenta a partir de hoy en la muestra La tauromaja, en la ciudad de Oaxaca. Rocha explica que se trata de un trabajo ''más personal" que requirió ''abordar los temas a fondo, buscar alternativas y sentirme dueño de mi tiempo, pues mi labor como caricaturista de un periódico requiere una habilidad para trabajar, hacer una síntesis y conceptualizar con rapidez". Por eso, reconoce, en un principio le fue difícil saber cuándo un cuadro estaba terminado o, como dirían los pintores expertos, cuándo debía ser ''abandonado". Al pintar o al utilizar diferentes ácidos en las placas de grabado, pronto se disipó en Rocha la presión del transcurrir de los minutos, pues comenzó a jugar ''con la posibilidad de los accidentes. Y es rico que éstos te sorprendan; con las caricaturas los accidentes te llevan a no entregar el cartón". Mundos hermanos. En esta exposición, añade, ''pareciera que soy un fanático de los toros, y no, probablemente nunca asista a una corrida. Esto quiere decir que para mí el tema pierde importancia cuando se está experimentando, por ejemplo, con el volumen. Lo mismo sucede con el humor, aquí no interesa tanto como en los cartones. Los toros de mis pinturas y grabados no están copiados de la vida real y son sólo un pretexto que me permite jugar con toda una gama de posibilidades en cuanto a técnica y forma". Gonzalo Rocha ha trabajado como monero e ilustrador desde 1980 para diversos medios. Es fundador de La Jornada y colaborador de revistas como Voices of Mexico, Proceso y Cambio 16. Entre otros reconocimientos, en 1997 fue finalista de la versión 19 de la Bienal Internacional del Humorismo en el Arte, de Tolentino, Italia. Desde 1998 pasa algunas temporadas en Nueva York, donde estudia pintura, acuarela y dibujo en la Studio School of Drawing, Painting and Sculpture de esa ciudad. Reconoce que a partir de su incursión en otras técnicas pictóricas su línea dibujística dejó de ser ''conservadora" y de figuras planas para ''atreverse", por ejemplo, a indagar en los volúmenes, los claroscuros e inclusive en el cubismo. Otra faceta interesante de poder pintar con más tiempo es que existe la posibilidad de estudiar en torno del tema o la técnica abordados, agrega. En este caso, Rocha leyó acerca de la maja, de Goya, considerado el primer desnudo franco de la pintura occidental, ya que antes los desnudos hacían referencia a dioses míticos y no a modelos con nombre y apellido. ''La experiencia de perderme en el dibujo, de dejar de ser consciente por momentos es un poco inquietante por no saber en un principio qué se va trabajar, pero me gustó. El dibujo y la pintura son mundos hermanos, el dibujo comunica de una forma más directa y la pintura de una forma más abstracta, más manchada, con cosas muy difusas, aunque espanta al principio, por el poco control que se tiene, la experiencia de libertad es muy enriquecedora", concluyó el monero. Trazo, barniz y rayado. El crítico de arte Cuauhtémoc Peña señala en la presentación de la muestra que los espectadores hallarán en La tauromaja, ''además de una serie de grabados en la que se aprecian voluptuosas mujeres junto a los recios animales, los dibujos primigenios en grafito y tinta china, resultado del más acucioso trabajo, a partir del trazo, el barniz y el rayado, seguido por el ataque corrosivo a la placa, hasta el entintado, el frote y la presión del tórculo. ''Tan elaborada técnica sólo es posible con la paciencia, la destreza y el conocimiento del aguafortista: líneas vigorosas, texturas marcadas y variaciones tonales", los motivos de la tauromaja. La exposición con los dibujos, óleos y grabados al aguafuerte recientes de Gonzalo Rocha, se inaugura hoy a las 12 horas en la librería galería Grañén Porrúa, ubicada en la calle Macedonio Alcalá 104, Centro Histórico de la capital del estado de Oaxaca.