LO QUE EN UN INICIO SE TRAZÓ COMO UN PROYECTO POLÍTICO SERIO rumbo a las elecciones del 2016 terminó como una aventura fallida.
Siete meses bastaron para que el primer personaje que se proclamó como candidato independiente para buscar la gubernatura del estado de Veracruz renunciara a ese propósito y sin mayores detalles anunciara su retiro de la contienda electoral.
Lo más extraño es que Gerardo Buganza, ex secretario de gobierno y de infraestructura en el gobierno del gobierno actual, diera a conocer su renuncia cuando horas reveló que había cumplido con creces con el número de firmas de apoyo a su candidatura al conseguir 191 mil, cuando de acuerdo a la ley electoral, lo necesario eran 165 mil.
En una rueda de prensa reciente aseguró que él sería el único que aparecería el 5 de junio en la boleta electoral como candidato independiente, restándole importancia a otros dos políticos, Juan Bueno Torio y Elías Miguel Moreno Brizuela que continúan en la búsqueda de firmas de simpatizantes para su registro.
En su escrito de justificación a su renuncia, Buganza Salmerón explica que “toda vez que no hay garantías de una contienda electoral democrática, ha tomado la decisión de no continuar con el proceso como aspirante a candidato independiente”, insistiendo en que en Veracruz tampoco hay garantías para la independencia, legalidad, imparcialidad, certeza, objetividad y máxima publicidad en los órganos electorales.
¿Cómo se da cuenta Buganza Salmerón y su equipo de trabajo de que tales garantías están ausentes en el proceso electoral? ¿Quién o quiénes están interesados en que se burle la voluntad ciudadana en las urnas? ¿Por qué a pesar de que descubrió que el proceso no era democrático continuó Buganza Salmerón con la tarea de recolectar firmas en vez de hacer la denuncia pública?
En su escrito mediante el cual se baja del ring electoral, Buganza advierte que “ya no se puede solapar la seducción de la hipocresía; ya no se puede dejar atrapar por la fascinación de la mentira y las apariencias y que en el odio nunca habrá soluciones para los problemas y necesidades, menos en las ofertas fáciles.
¿A quién o a quiénes le dirigió Buganza este mensaje cargado de reproche? ¿Acaso a quienes desde palacio de gobierno o desde un consulado en España lo convencieron e impulsaron como candidato independiente para convertirlo en plan B en las elecciones del 2016 al y al final le retiran los recursos para que continúe su campaña ?
Son muchas las preguntas que debería responder Gerardo Buganza Salmerón principalmente a sus leales seguidores, aunque, lo más probable es que permanecerá en silencio, alimentando las especulaciones en su entorno..
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