NUNCA COMO AHORA HABÍA OCURRIDO EN LA ACTUAL LEGISLATURA del estado que una persona que aspirara a un cargo público de relevancia fuera no sólo duramente cuestionada sino rechazada por la mayoría de los partidos políticos de oposición, y que ni siquiera los diputados PRI se tomaran la molestia de subir a la tribuna a defender esa propuesta, concretándose sólo a cumplir la orden superior de votar a favor de ella junto con sus partidos aliados.
De esta manera tan lamentable, Namiko Matzumoto se convirtió en la nueva titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Veracruz.
Los críticos más severos en contra del nombramiento de Namiko fueron los periodistas, empresarios, diputados locales, partidos políticos y comerciantes , quienes hicieron amplia referencia a su discutible papel como Secretaria Ejecutiva de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), en donde las omisiones, los excesos y la incompetencia oscurecieron la labor en defensa de los derechos de los trabajadores de los medios de comunicación.
Entre otras consideraciones, los críticos mencionaron que para ocupar la Comisión Estatal de los Derechos Humanos se requería el perfil de un profesional que aparte de haber incursionado en la defensa de los derechos fundamentales, no tuviera vínculo con dependencias estatales que violan esos derechos ni con partidos políticos y fuera capaz de enfrentar a un gobierno estatal catalogado como autoritario.
Y era obvio que Namiko Matzumoto no reunía algunas de las características requeridas para el cargo, pues en la institución defensora de los derechos de los periodistas no demostró autonomía y sí en cambio fue evidente su dependencia del gobierno estatal.
Por otra parte, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Veracruz desde su nacimiento ha estado convertida en una oficina más del gobierno del estado. Vale la pena repetir el comentario crítico y puntual que hiciera la propia Namiko Matzumoto sobre la Comisión Estatal de los Derechos Humanos antes de su llegada al cargo de presidenta. dijo: “En los últimos cinco años, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha dejado de lado el ejercicio de determinadas funciones, han faltado diagnósticos, no ha incidido en los procesos de armonización legislativa en la materia, ni en el diseño y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la protección efectiva de los derechos humanos; y ello es un reflejo de lo que ocurre en gran parte del país.
Ese comentario de Namiko matzumoto pareciese más bien redactado para examinar y dar un dictamen sobre su propio desempeño en la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas.
Lo cierto es que en la defensa de los derechos humanos en Veracruz se requería de una persona con autoridad moral, autonomía y respeto que hiciera valer sus firmes decisiones frente a las autoritarias instituciones del gobierno estatal y de esta manera recobrara la confianza y la credibilidad de la sociedad civil y no parece que hayamos topado con el personaje idóneo. Dejemos entonces que los hechos futuros hablen por sí mismos.