HABLEMOS DE LA AGRESION A PENSIONADOS (28-dic-15) JHT

El reclamo de los pensionados y jubilados del Instituto de Pensiones del Estado ha ido escalando niveles y se ha llegado al empleo de la fuerza pública para retirarlos de los espacios públicos ocupados por quienes exigen el justo pago de diversas prestaciones, algunas de las cuales no les han sido cubiertas desde el mes de febrero del presente año.
En los dos últimos meses, noviembre y diciembre, los pensionados y jubilados no han cesado en sus reclamos y continuas manifestaciones callejeras así como plantones frente a edificios públicos, recibiendo de parte de las instituciones gubernamentales promesas y ofertas de pagos que han resultado engañosas o incompletas.
Tantas vueltas han tenido que dar los demandantes que finalmente se agotó su paciencia y en su desesperación por hacerse oír por el gobierno han tenido que ocupar plazas, calles y últimamente hasta carreteras, arriesgando su integridad física y su salud y todo con tal de que se les entregue lo que en justicia laboral y en sentido humano les corresponde.
A últimas, el gobierno del estado cedió a los reclamos, pero sólo en parte, al asegurar que ya estaba pagando el mes de diciembre y el aguinaldo, pero quedaría pendiente para el mes de febrero del 2016, si bien les iba, el pago del retroactivo .
Los esperanzados pensionados y jubilados acudieron entonces a los cajeros automáticos de los bancos para certificar el depósito del dinero correspondiente a sus prestaciones y muchos volvieron a confirmar que habían sido víctimas de un nuevo engaño del gobierno, aunque este alegó que si no pudieron retirar el dinero fue por culpa de la burocracia de los bancos.
Los pensionados y jubilados, molestos por una nueva burla decidieron realizar un plantón en la calle Enriquez frente al palacio de gobierno, recibiendo la embestida de la policía estatal que con bastones eléctricos, escudos y toletes replegaron a los hombres y mujeres de la tercera edad sin que importara que algunos caminaran con bastones, andaderas o sillas de rueda. Esta violenta operación policiaca de inmediato generó la indignación y crítica de senadores, diputados locales, organizaciones civiles y ciudadanía en general que se solidarizaron con los agredidos que resultaron con lesiones y afectación en su salud.
Para evitar que su movimiento se contaminara con otras causas o banderas que no fueran otras que el pago justo e inmediato de sus prestaciones, los pensionados y jubilados impidieron que algunos políticos, por muy bien intencionados que se dijeran, se infiltraran en las siguientes acciones pacíficas de protesta y distorsionaran los objetivos básicos de su movilización pública.
La pérdida de credibilidad del gobierno del estado va en aumento por los compromisos incumplidos, principalmente con los sectores más vulnerables como en este caso son los pensionados y jubilados que dependen exclusivamente de su pensión para subsistir modestamente y con actos de represión que aparentemente para los gobernantes son más efectivos que el diálogo para solucionar los conflictos sociales que amenazan con desbordarse en el estado.

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Tay

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