LA PARODIA DE CONGRESO LEGISLATIVO EN MINA (29-jul-15) JHT

CUANDO EN UN ESTADO SE HABLA DE FINANZAS EN CRISIS, de pobreza, de inseguridad y desempleo, ninguna institución u organismo de representación popular debiera despilfarrar recursos en un montaje teatral que incluye el traslado de equipo material y humano para servir de marco escenográfico de una pasarela de diputados locales, funcionarios y políticos.
De inicio, como si fuera una compensación adelantada a los periodistas para recibir un buen trato en sus notas, columnas y espacios periodísticos, con dinero de la Legislatura se les ofreció una gran cena.
Antes, el Ayuntamiento porteño, aún padeciendo restricciones económicas, no tuvo reparo en ofrecerles un banquete de mariscos y carnes a los distinguidos legisladores, que, por cierto, llevan años sin aprobar la construcción de un nuevo basurero municipal.
Y llegado el día de la sesión protocolaria, el Congreso local tomó como sede la ciudad de Minatitlán y ya instalados en sus lugares, los diputados dieron una imagen teatral del quehacer legislativo: con mucho orden y respeto, fueron desfilando por la tribuna diputados y diputadas, algunos con propuestas bien pensadas y otros con ocurrencias de último momento.
Nada de interrupciones a quien estuviera haciendo uso de la palabra; ningún desacuerdo en los acuerdos propuestos; ningún reclamo por alusión ni tampoco alguna interpelación. Ausentes los gritos de mentiroso o mentirosa, de paleros o vendidos y ninguna toma colectiva de la tribuna en protesta de esto o aquello para darle sabor a la sesión. Siempre reinó la camaradería, el respeto y la comprensión entre todos los diputados y diputadas, como si previamente las coordinaciones políticas de los partidos hubieran firmado o aceptado tácitamente un pacto de no agresión en esta única sesión fuera de la ciudad del recinto oficial de la ciudad de Xalapa.
El objetivo principal era que la ciudadanía de esta región presenciara por primera y única vez cómo se desarrolla una sesión en el Congreso local y tuviera conocimiento de lo altamente productivos y respetuosos, responsables y preparados que son sus representantes populares.
Y por supuesto, no fue cualquier público el que tuvo el alto privilegio de presenciar la rutina preparada de los legisladores, sino personas selectas con pase en mano y comparsas de políticos pueblerinos. El grueso de la población que votó por los diputados se quedó atrás de las rejas que cercaron varias cuadras a la redonda al salón “público” donde tuvo lugar la parodia de un Congreso del Estado.
Y sólo los periodistas que no acudieron a la costosa cena ofrecida por los legisladores fueron los que se quejaron porque a la hora del plato fuerte, esto es, al momento en que se iba a deliberar sobre el desafuero del alcalde de Coatepec, Roberto Pérez Moreno por estar involucrado en un homicidio, los desalojaron bajo un burdo argumento de orden reglamentario.
Eventos como estos, que cuestan mucho dinero y no cumplen el propósito real para el que fueron concebidos, deberían desaparecer mediante una racional reforma legislativa.

Publicado por:
Tay

Tay

Email: admin@admin.com