70 CIUDADANOS DE COATZACOALCOS DECIDIERON SOLICITAR a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, CEMAS, que ya no les cobrara la cuota voluntaria de 4 pesos destinados al Cuerpo de Bomberos de la Ciudad por convenir así a sus intereses. La CEMAS dio entrada a la solicitud y en el próximo recibo de esas familias ya no aparecerá el cobro de la cooperación.
Las razones que alegaron en su insólito escrito fue que el incremento al servicio de agua potable y la actual crisis económica afecta seriamente sus hogares, por lo que se veían precisados a diseñar un programa de austeridad en su presupuesto familiar y por tanto, ya no podrían aportar la ayuda voluntaria a los bomberos ni tampoco la apartada para la reforestación que es de dos pesos con 28 centavos.
Sin embargo, quizá el argumento de más peso no incluyeron los 70 vecinos en su solicitud y sólo expresaron verbalmente a los medios de comunicación, denunciando que el fondo de su inconformidad era la falta de información y transparencia en el manejo del dinero recaudado por parte de la CEMAS.
Y es que, al inicio, cuando se determinó por parte de las autoridades municipales la implantación “voluntaria” entre comillas, de la cuota de un peso por usuario para apoyar al Cuerpo de bomberos local en la compra de equipo para el personal así como para la adquisición y reparación de vehículos y motobombas, la CEMAS y el patronato existente se comprometieron a rendir mensualmente un corte de caja de los fondos ingresados y del destino de ese dinero.
Pero transcurridos los años, la cuota voluntaria se fue incrementando y los cortes de caja mensuales fueron disminuyendo hasta dejar de publicarse y, por tanto, la ciudadanía dejó de saber cuánto dinero entraba mensualmente a las arcas y en qué se invertía, no obstante a que las colonias se multiplicaban, la red de agua potable y alcantarillado se ampliaba y cada vez eran más las tomas domiciliarias.
Ese ocultamiento de las cifras recaudadas periódicamente coincidió con la opacidad en el manejo de los recursos de CEMAS, aumentando año con año los números rojos y el déficit en su operación y generando, en algunos casos, buen número de funcionarios estatales y locales ricos.
Ante la actual falta de transparencia en la recaudación y manejo de los fondos destinados a respaldar el equipo técnico y la labor del Cuerpo de Bomberos, la actitud de los 70 ciudadanos reacios a seguir cooperando no debe calificarse como mezquina y despreciativa de la gran labor social que presta esa institución a la población en general, sino como una acción cívica de pedir transparencia y rendición de cuentas a un organismo público.
Lo más deseable es que la CEMAS retome el viejo compromiso de publicar mensualmente el corte de caja del dinero recaudado así como exhibir la manera en que se distribuye o gasta, y así, tanto los 70 ciudadanos demandantes como los miles que aún cooperan pero comparten la duda sobre el destino final de su dinero, recuperen la confianza y cooperen con el honorable y valeroso Cuerpo de Bomberos de Coatzacoalcos así como con la campaña de reforestación.