En el año de 2010, el profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, Angel de la Vega, publicó un texto titulado "La Frontera Olvidada". En ese artículo, el autor recordaba que -además de nuestra frontera marítima con Cuba-, existe un polígono en el mar, con potencial petrolero, que es compartido por México, Estados Unidos y Cuba; por lo que valdría la pena prepararse para una eventual negociación tripartita.
Después del acuerdo sobre eventuales yacimientos transfronterizos, alcanzado con Estados Unidos y, tras el anuncio del inicio del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestro vecino del norte y el hermano país caribeño; el tema vuelve a ser de actualidad.
Por tal motivo, la Facultad de Economía, el Centro de Investigaciones sobre América del Norte y el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo; tres importantes dependencias de nuestra Universidad Nacional, organizaron en días pasados, el "Seminario sobre la normalización de las relaciones bilaterales Cuba-EUA y sus implicaciones para México", dividido en tres mesas. En la tercera mesa, se abordaron desde los puntos formales y legales involucrados en la delimitación de fronteras marítimas, hasta el conocimiento que hasta hoy tenemos de datos prospectivos que apuntalan las expectativas petroleras de la región. En ese sentido, se abordó la problemática de la asimetría de información en negociaciones de acuerdos o tratados transfronterizos. La experiencia internacional acumulada, muestra ejemplos a geometría variable de tratos entre naciones: lo mismo hay arreglos entre "iguales", como en el Mar del Norte entre Gran Bretaña y Noruega; como entre países en circunstancias tan contrastantes como Australia y el Timor Oriental.
Uno de los temas que mereció particular atención, fue el del establecimiento de los agentes, instrumentos y disposiciones adecuadas para hacer frente a potenciales accidentes en la región. En este punto, resultó de la mayor importancia la participación del responsable de la cooperación internacional de la recién creada Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Dado que, independientemente de las reformas legales o modificaciones organizativas que hagan los tres países, la actividad de la industria petrolera continúa, resulta de la mayor importancia (y urgencia) que nuestra agencia encargada de la seguridad industrial y protección ambiental del sector, cuente a la brevedad con los recursos humanos, técnicos y financieros que necesita para cumplir a cabalidad con los objetivos para los que fue creada.
En este marco analítico, la dimensión geopolítica de las inversiones en materia petrolera es fundamental. No está de más recordar que el gobierno estadounidense bloqueó en su momento la adquisición de la petrolera californiana Unocal por parte de capital chino. Sería completamente ingenuo pensar que, ya no solo en el polígono que compartimos los tres países, sino incluso en la frontera marítima binacional México-Cuba, los EU no fueran a pretender ejercer un cierto poder de veto sobre los operadores dispuestos a invertir en exploración, desarrollo o producción de crudo. ¿Alguien imagina a la iraní NIOC buscando petróleo en el Caribe sin que haya una reacción en Washington? Se abre pues, todo un tema para la reflexión colectiva.